martes, 19 de octubre de 2010

¿Follamos?

Hay veces en que necesitas desfogarte.

La presión del trabajo, de tu casa, de tu entorno hace que todo sea realmente insoportable y lo que realmente te apetece es dejarte ir, que tus instintos más básicos y "bajos" fluyan por tu cuerpo sin ningún tipo de control... eso para otro día.

Hoy está siendo un día duro en el trabajo...

No quieres amor, quieres, simplemente, PASIÓN.


HH

martes, 13 de abril de 2010

En el Objetivo

Antes de empezar a relatar, quisiera comentar que esta entrada es fruto de mi (calenturienta) imaginación a raíz de una conversación con una persona vía msn y de un post que leí no hace mucho.

Que sea imaginada no significa que no desee, o mejor dicho espere, que se haga realidad en un futuro lo más cercano posible.

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En el Objetivo

Las reglas del juego estaban claras, ella, él y el objetivo de la cámara por medio. Esa sería la única interacción posible que permitiría una sesión relajada que le permitiera tanto a ella como a él demostrar todo el talento que llevaban dentro.

Ella quería jugar con la cámara, volcar en ella toda su sensualidad y erotismo de la que todo el mundo le hablaba y él... él quería ver si podría superar esa prueba de fuego, si podría superar su nerviosismo y dar todo de sí en plasmar en imágenes todo aquello que su imaginación le dictaba.

Durante los días previos, él buscaba inspiración en cualquier rincón, no quería burdas fotos o de contenido que no fuera estrictamente sensual, internet ya estaba saturado de suficientes fotos explícitas donde cuerpos desnudos en posturas explícitas ya no provocaban el más mínimo interés, o al menos no el que él quería.

Nervios en el estómago, sudor en las manos, pánico escénico y un ligero temblor de manos se sucedían camino del hotel donde ella le esperaría, tal y como habían quedado vestida elegantemente con una falda por encima de las rodillas y medias de malla, combinado con una camisa ajustada, que marcase sus pechos de los que ella estaba especialmente orgullosa.

Tres golpes en la puerta de la habitación fueron suficientes para que ésta se abriera lentamente, sin prisas en un silencio que le permitía oír claramente los latidos de su corazón. Él esperó a que la puerta se hubiera abierto totalmente para, levantando la vista desde el suelo observarla en la entrada, mirándole fijamente a los ojos, unos ojos que lo intimidaban y que lo penetraban hasta lo más profundo de su ser.

Antes de que pueda decir nada, ella le indica con el dedo índice en sus labios que no diga nada, que pase y se ponga cómodo, es importante para ella no romper la atmósfera. Dos besos en cada mejilla permiten su acceso a la amplia habitación donde puede verse una mesita con un bolso y una cama perfectamente hecha donde se desarrollará la mayor parte del juego.

Ella nota su nerviosismo y excitación y le gusta, siempre suele dar lo mejor de sí cuando se siente deseada y dueña del control de la situación. El deseo hace que se desinhiba.

"Yo estoy lista, ahora sólo toca que me dejes hacer e inspirarme y tú misión será no perder detalle, así que coge la cámara y cuando estés listo empiezas".

Él sigue sentado en una silla delante de la cama por lo que ella se sienta en el borde de la cama justo enfrente de él sin quitarle la vista de encima. Él la recorre con la mirada, pelo, ojos, pecho, cintura... mientras ella, poco a poco se deja caer en la cama y mientras lo hace, entreabre ligeramente las piernas para que él observe durante unas décimas de segundo sus braguitas rojas negras bajo sus medias de malla.



...

Continuará..

(se aceptan sugerencias vía mail, es más me gustaría recibirlas para incluir ambos lados de la historia)

lunes, 1 de marzo de 2010

Thirtysomething

Leyendo, o mejor dicho viendo el último post de Gina, me ha venido a la mente una conversación que tuve con un compañero de mi misma edad hace unos años respecto a un cambio que había notado al pasar de los 30.

Dicho cambio, como ya imaginaréis si habéis visto el vídeo se refería al interés que se había despertado en mí últimamente por los culos.

Por un lado me sorprendía mirándolos absorto en la calle, cosa que nunca había hecho y que en parte me molestaba, más que nada porque me hacía sentir cual paleta, que grita desde la obra a las mujeres que pasan por la calle :).

Por otro, se despertó en mí un nuevo interés en introducir el sexo anal en mis relaciones sexuales, ya sea jugando con el dedito en su culo mientras penetraba, beso negro (que gran descubrimiento) y por supuesto el sexo anal, aunque he de decir que en este último sentido la cosa está siendo más difícil de lo que esperaba.

Pero lo que realmente me sorprendió y muy gratamente, es que a mí también empezó a gustarme que jugaran con mi culito. Primero fue un beso negro espontáneo que me dejó literalmente exhausto y que aún tengo en la memoria y luego fueron los dedos y algún que otro juguete que me hicieron descubrir y eliminar una serie de tabús que como hombre aún tenía.

Mi pregunta a las mujeres es, ¿y vosotras que opináis? ¿os gusta el sexo anal? ¿y hacérselo a tu pareja?.

Hungry Heart

miércoles, 10 de febrero de 2010

¿Jugamos al "Qué ocurre..."?

Que cada cual interprete lo que más le guste...

- ¿Qué ocurre cuando acudes a un restaurante a comer solo?
- ¿Qué ocurre cuando una chica en otra mesa, con o sin pareja te llama la atención?
- ¿Qué ocurre si percibes como la chica va respondiendo sutilmente a tus miradas?
- ¿Qué ocurre cuando esos cruces de mirada son cada vez más descarados e intensos?
- ¿Qué ocurre si descaradamente miras por debajo de la mesa y la chica no se escandaliza?
- ¿Qué ocurre si la chica te sigue el juego y, disimuladamente, al cruzar las piernas muestra su secreto?
- ¿Qué ocurre cuando, excitado, te levantas para ir al lavabo y le haces una señal casi imperceptible a la chica?
- ¿Qué ocurre si casualmente ella decide ir al baño?

...

- ¿Qué ocurre?

y por último...

- ¿Qué ocurre si deseases volver a repetirlo con una desconocida?

lunes, 1 de febrero de 2010

Frío, hotel y soledad

los días fríos, lo que a uno le apetece es estar en su casa, con la calefacción encendida y a ser posible bien acompañado, y aquí hago un inciso para que cada uno se imagine cómo le gustaría seguir.

El tema es que este post hoy toca escribirlo desde una ciudad en el extranjero, con temperaturas máximas de 0 ºC y desgraciadamente sin compañía, sólo yo, mi ordenador y mi imaginación.

No voy a quejarme de si la cosa podría ser mejor o peor, ya que es más que evidente, sin embargo, lo que me gustaría contar es cómo acabará todo, o al menos como me gustaría que acabara.

Mientras escribo esto, semidesnudo en la cama, con la música de un grupo recien descubierto gracias a un blog, voy dejando fluir mi mente, recordando viejas aventuras vividas o por vivir... y empieza el juego.


Otras veces buscas inspiración y vas leyendo las vivencias de otra gente y te gustaría haber sido partícipe de ellas y juegas pensando en cómo habría sido.

No hay prisa, estás solo y nadie va a interrunpirte, así que poco a poco cierras los ojos, mientras tu mano se desliza hacia tu sexo, el cual poco a poco se ha ido poniendo más y más erecto como consecuencia de tu mente y empiezas a jugar con él.

Primero con una cadencia delicada, imaginándote como fue o hubiera sido para poco a poco ir aumentando el ritmo al compás de tu respiración.

Y al final... la historia se acaba, ya te imaginas como, ¿verdad?

Hungry Heart

lunes, 18 de enero de 2010

Lluvia

Día gris sobre Barcelona, con lluvia fina y ambiente húmedo y frío... y lo de húmedo no va con segundas.

Últimamente no me apetece mucho escribir, más bien leo otros blogs y comento en ellos ya que reconozco que no tengo mucho que decir o al menos de expresarlo. De todas maneras hoy haré una excepción.

Supongo que será por el día pero hoy pensaba en una entrada anterior donde preguntaba cómo os sentíais, y la respuesta que se me venía a la cabeza era melancólico. Un estado de ánimo como el tiempo, gris, y con ganas de sexo (como casi siempre), aunque esta vez suave, poco a poco, sin prisas con muchas caricias, besos, usando las

manos,



dedos,


lengua y labios


más que pura penetración.

Hoy me gustaría tomármelo con calma, que ella se tumbara a mi lado y me dejara hacer, sin prisas o al revés, yo tumbado y dejándome hacer... sin límites, sin prisas. Y llegar al orgasmo poco a poco.